No vemos nuestras comunidades o nuestras identidades como problemas que hay que arreglar. De hecho, nuestras comunidades fortalecen la sociedad a través de lo que somos y lo que aportamos. Reconocemos que la opresión y la degradación sistémicas (colonización, supremacía blanca, capacitismo, patriarcado, queerfobia, transfobia, xenofobia, capitalismo, etc.) conducen a nuestras experiencias de sufrimiento, trauma y problemas de salud mental. Creemos en nuestra capacidad para sanar y transformar a través de nuestras prácticas y tradiciones, y que éstas son parte integral de nuestra supervivencia.
Reconocemos las formas en que el sistema de salud mental se ha utilizado para patologizar y criminalizar a nuestras comunidades; este sistema a menudo no tiene las herramientas para que podamos ampliar nuestras nociones de bienestar mental fuera de una lente blanca, sin discapacidad, heterosexual, cristiana, occidental y medicalizada.
Honramos las tradiciones, la creatividad y las prácticas culturales que los QTPoC han utilizado para construir su resiliencia y sobrevivir. Consideramos que son dones que deben fortalecerse junto con el trabajo realizado por los profesionales de la sanación.
Sostenibilidad
Nos comprometemos a construir el equilibrio y la longevidad en este trabajo. Practicamos el amor propio y el autocuidado para estar presentes con nuestras necesidades espirituales, emocionales, psicológicas y físicas.
Nos comprometemos a participar en nuestra propia curación, ya que sabemos que esto repercute directamente en nuestras habilidades y capacidades como profesionales. Nuestro autocuidado es una parte esencial del cuidado colectivo de nuestras comunidades.
Nos movemos de forma interdependiente con el conocimiento y la sabiduría de otras tradiciones y prácticas para el bienestar mental, emocional, espiritual y psíquico. Si no podemos ofrecer una práctica/servicio basado en nuestra capacidad o conocimiento, compartiremos estrategias con otros sanadores, o proporcionaremos recomendaciones y/o referencias.
Recursos enraizados en la liberación
Nos comprometemos a cultivar recursos de curación basados en la justicia social y la liberación. Reconocemos que el campo de la salud mental sigue siendo en gran medida inaccesible, negligente y perjudicial para aquellos que viven en las intersecciones de múltiples sistemas de opresión. Entendemos que nuestro trabajo como profesionales de la sanación es esencial para todos los movimientos y esfuerzos para construir el poder de las personas queer y trans de color.
Nos comprometemos a seguir explorando las prácticas liberadoras integrales para nuestra supervivencia que pueden haber sido ocultadas, robadas o cooptadas como resultado de la colonización y el desplazamiento de nuestras tradiciones y prácticas.
Cuidado radical
Reconocemos que cuidar de nosotros mismos y de nuestra comunidad es un acto radical de resistencia. En homenaje a nuestra antecesora Audre Lorde, recordamos que preservarnos a nosotros mismos y a los demás como QTPoC es "un acto de guerra política".
Proporcionaremos una atención radical a nuestra comunidad haciendo todo lo posible para poner en contacto a los QTPoC que buscan servicios con los recursos adecuados. Nos comprometemos a proporcionar referencias a aquellos que buscan servicios en el caso de que no podamos trabajar con ellos. Nos comprometemos a devolver las llamadas y los correos electrónicos de las personas que se dirijan a nosotros en busca de apoyo en un plazo de 24 a 48 horas en días laborables. Respondemos de esta manera porque sabemos lo difícil que puede ser pedir ayuda debido a nuestras historias de trauma, dolor y violencia.
Daremos prioridad a nuestro propio crecimiento y desarrollo personal, colectivo y como profesionales.
Autodeterminación
Creemos que, como QTPoC, tenemos derecho a sanar. Creemos en nuestra capacidad infinita para transformar el trauma y el sufrimiento que hemos experimentado. Honramos la experiencia vivida por cada persona, su viaje de sanación único, su resiliencia y su alegría. Nos vemos como una pieza importante de un despliegue colectivo, emocional, espiritual, psicológico y físico más amplio que ocurre en la vida de una persona.
Como supervivientes de la violencia histórica, intergeneracional, estatal, comunitaria, familiar e interpersonal, creemos que tenemos el poder de transformar el trauma y el daño que ha afectado a nuestro bienestar individual y colectivo; y por eso honramos nuestra capacidad de llevar a cabo procesos autodeterminados que sanen e intervengan sobre el trauma y el daño en nuestras vidas.